PET-PCR






Hacia el uso de envases plásticos recicladosEl Centro INTI-Plásticos evaluó las tecnologías y la aptitud sanitaria de los envases para alimentos fabricados a partir de botellas recicladas de PET. Aportes a la Legislación MERCOSUR para el uso de este tipo de envases.








El material conocido como PET (polietilentereftalato) está reemplazando cada vez más al vidrio en el envasado de bebidas de consumo masivo como gaseosas, aguas minerales y productos alcohólicos, entre otros. A su vez, a raíz de una mayor toma de conciencia sobre el cuidado del medio ambiente y para cumplir los requisitos de la legislación de Europa y EE.UU. en esta dirección, diversas empresas han desarrollado en los últimos veinte años tres tipos novedosos de envases: las botellas de PET retornables; las botellas de PET multicapa que contienen material reciclado en la capa intermedia y una barrera funcional virgen en contacto con el alimento; y las botellas de PET monocapa que tienen material reciclado descontaminado en contacto directo con el alimento. En los tres casos, el INTI, a través de su Centro de Plásticos y con el apoyo del Centro de Contaminantes Orgánicos, desarrolló una metodología de evaluación de su aptitud sanitaria y colaboró en la generación de la legislación argentina y del MERCOSUR sobre el uso de los mismos.

El PET recuperado de los residuos sólidos domiciliarios y descontaminado (PET-PCR: post-consumo reciclado) es un producto de mayor valor agregado que el PET recuperado y que se destinabásicamente a la industria textil. Sin embargo, el uso de materiales reciclados en contacto con alimentos tiene el riesgo de la posible presencia de contaminantes absorbidos por el plástico. Éstos pueden ser de tres tipos: restos de producto original; sustancias residuales debido al mal uso del envase por parte del consumidor con productos como pesticidas, herbicidas, combustibles, etc.; y posibles productos de degradación térmica de las sustancias anteriormente mencionadas, así como de aditivos, otros componentes no poliméricos y resina base durante el reciclado. Estos contaminantes pueden luego migrar desde el nuevo envase al alimento, generando un riesgo para la salud del consumidor y/o ser causa de alteraciones sensoriales inaceptables del producto envasado.

En el caso de PET-PCR destinado a fabricar botellas monocapa, es preciso demostrar que la descontaminación rigurosa del material logra disminuir en el material la concentración de los posibles contaminantes a valores por debajo de los límites establecidos y seguros, o que los restos de los mismos migran desde los envases en cantidades tales que no constituyan un riesgo para la salud del consumidor ni puedan alterar las propiedades sensoriales de los alimentos. Estos límites, tanto de composición en masa del PET-PCR como de migración, derivan del umbral de regulación establecido por la Food and Drug Administration (FDA) de EE.UU., que es de 0.5 ppb (µg/kg de alimento en base dietaria).

Antecedentes

En el marco del Proyecto de Aptitud Sanitaria de Materiales Plásticos que el Centro INTI-Plásticos viene implementado desde 1997, se evaluó en el INTI una primera etapa (2003-2004) el PET-PCR tratado mediante una tecnología de origen norteamericano en la cual la descontaminación se produce con un ataque químico controlado sobre los copos (flakes) obtenidos por molido de botellas de PET post-consumo. Luego, con el PET-PCR descontaminado mezclado con PET virgen se fabricaron botellas monocapa por inyección-estirado-soplado y se realizó la evaluación de la aptitud sanitaria de estos envases.

En el mismo Proyecto se trabajó a continuación (2004-2007) con envases fabricados con PET-PCR tratado con una combinación de dos tecnologías europeas: un pre - tratamiento de lavado (tecnología italiana), seguido de la descontaminación propiamente dicha (tecnología suiza). Todas las operaciones son tratamientos físicos y se obtiene como producto final pellets de PET-PCR descontaminados cristalizados, que se mezclan en cantidades variables con pellets de PET virgen. Aproximadamente 10 toneladas de fardos de botellas de PET post-consumo de procedencia argentina fueron enviadas a Francia para ser sometidas al proceso de descontaminación de la tecnología SB. Una parte de los pellets de PET-PCR descontaminados cristalizados se envió de vuelta al país y con otra parte se prepararon mezclas con 10% y 30% de PET-PCR con PET virgen, que se usaron para fabricar botellas monocapa en una planta piloto de Suiza. Luego se realizaron en el INTI todas las evaluaciones para determinar la aptitud sanitaria de las botellas SB y la eficacia del proceso de descontaminación.










Molido de botellas de PET post-consumo de origen argentino


Botellas fabricadas con 10% y 30% de PET-PCR descontaminado





El estudio del INTI determinó que es posible recuperar envases de PET post consumo a través del uso de tecnologías validadas y aprobadas internacionalmente para descontaminarlos, asegurando su reutilización en la fabricación de nuevas botellas destinadas a contener alimentos. En esta dirección, el trabajo realizado por el Centro INTI-Plásticos sirvió para la generación de legislación que ha permitido el comienzo de la instalación de una planta de PET-PCR en la localidad de San Fernando, Buenos Aires, con la tecnología evaluada, lo cual redundará en una mejora del medio ambiente al recuperar de los residuos sólidos urbanos botellas de PET de uso masivo.




Fuente: http://www.inti.gob.ar/sabercomo/sc66/inti3.php